
Las Semillas que siembra la Maga germinan con el agua de la intención enfocada,
y bajo el cielo sin nubes de una confianza plena.
La Maga entierra las Semillas de sus Deseos en el vientre de la Tierra que existe entre este Mundo y el Otro,
pues sabe que ambos son Uno, dos espejos que se reflejan.
La Maga sale al encuentro de los nudos de sus propios Miedos y Resistencias.
Habla desde su Espíritu al Gran Espíritu, e intuye la Transformación Interna que debe hacer para poder alinearse en cuerpo y alma con lo que anhela.
A veces, durante largo tiempo, solo ve los brotes de sus deseos en sus sueños y visualizaciones.
A veces ve florecer los campos de otras personas, mientras su Tierra sigue desnuda y desierta, aparentemente baldía.
Pero Ella sabe bien que su Tierra bulle internamente, llena de potencialidad.
Y sigue confiando plenamente en el proceso, pase lo que pase, y no pase lo que no pase.
La Maga ensueña y resiente la silueta, la forma, el color, la esencia… de la vibración exacta que emana su Deseo. Luego expande y modela su propia energía, haciendo alquimia con su vibración para hacer que ambas coincidan y sean exactamente la misma.
Ella se transforma en las notas de la melodía que irradia su Deseo.
Honrando la Ley del Equilibrio, Ella baila, emprende y guía el Tango de la energía masculina, tomando decisiones y acciones inspiradas.
Luego se mece y gira femenina, confiando, soltando y vaciándose de toda de expectativa, magnetizando así el resultado.
El Corazón de la Maga canta poderosamente Qué Desea al Océano Infinito.
Luego escucha curiosa y y receptiva las ideas inspiradas que nacen en su interior.
Se abre a las sincronías, aliados, ayuda… que llegan iluminando el siguiente tramo de su Camino, invitándola a pasar a la acción.
La Maga no traza un Plan B: sabe que no lo necesita.
Ella teje con su Espíritu y con el Todo el Plan U.
U de Universo.
Myriam Aram
© Texto Myriam Aram
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Alquimia
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