–Hola, Templo de Cristal y Roca –le habló a la Montaña Viviente, aquel Santuario pétreo, estático e inmutable.
–Hola, Mujer–Templo –le devolvió el saludo aquel Ser, reconociéndola a ella como un Temenos, como Tierra Sagrada en Movimiento.
Recuerdo estar sobrecogida ante la enormidad, belleza y energía de las montañas y rocas de Sedona (Arizona), cómo emanaban soberanía y grandeza con sus vórtex.
Las montañas no se “agacharon” para conversar conmigo. No se hicieron ni un ápice más pequeñas a nivel energético, ni me subieron tiernamente en sus faldas para consolarme: esa no es la vibración de estas tierras. Las montañas y rocas me invitaron a que me hiciera energéticamente tan grande como ellas, y desde allí las hablase como a iguales.
Me invitaron a Recordar Quien Soy de Verdad.
¿Tú Sabes Quién Eres?
¿Puedes sentir la Chispa de Divinidad que irradia la vida en ti?
Y si tienes la suerte de que lo sabes ya con la mente… ¿lo sabes con tus huesos, con tus vísceras, con tu piel, con cada célula de cada órgano y con cada arquetipo que actúa dentro de ti?
Hoy me levanté recordando estas montañas y la soberanía que irradian.
Podemos elegir vivir como Creadores de Movimientos en este Gran Juego, o sintiéndonos frágiles Piezas del Tablero.
Que pronto Recordemos
Myriam Aram
Hermoso día, Mujeres/Hombres-Templo
© Texto Myriam Aram
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