
A la Mujer Salvaje no la matan las balas.
A la Mujer Salvaje la mata la Prostituta Interna.
Esa que por “amor”, aprobación, compañía, por encajar en la familia, amigos o trabajo… es capaz de vender su Verdadera Esencia.
El retorno de la Mujer Salvaje, del Hombre Salvaje, se verá marcado por la Integridad innegociable de quienes respondan a la Llamada de su Ser.
Espíritu Salvaje, sé valiente.
Escucha tu Llamada.