
Hay un tiempo de ensoñar, de permitir que los deseos se gesten en nuestro interior. Igual que la sabiduría innata del roble le hace dar su bellota a su debido momento, tu sabiduría y tu instinto te guiarán para dar tus frutos.
Hay un tiempo de mantenerse enfocado, de aprender el arte de la paciencia.
Escucha tu instinto.