- UN CUENTO MEDICINA SOBRE NUESTRA DIVINIDAD -
–Estoy tan cansada… –se dijo Irati tristemente, sentándose en la hierba y apoyando su espalda en un enorme árbol centenario.
TANTOS AÑOS ESFORZÁNDOSE para alcanzar cada logro en su vida. Tantas horas preocupada pensando cómo sostenerse económicamente, cómo destacar con sus proyectos entre tanta competencia. Tanto endurecerse para hacerse respetar por compañeros y proveedores. Tanto intentar quedarse embarazada sin conseguirlo.
Irati cerró sus ojos y respiró el aire húmedo y fragante. EL MUNDO LE PARECÍA UN LUGAR PELIGROSO E IMPREDECIBLE.
Ella se dejaba la piel intentando tener su entorno bajo control para acallar ese miedo ancestral anidado en su estómago que afirmaba que estaba desprotegida, a merced de la vida.
–Irati, estás DESCONECTADA DE TU PILAR DE LUZ –escuchó que susurraban las hojas del enorme Árbol en el que estaba apoyada, mientras se movían con la brisa–. Estás FUERA DE TU EJE. Fíjate en mí:
¿Ves mis raíces? Toman vida del corazón de Gaia. ¿Ves mis ramas? Toman energía del corazón del Gran Sol. Te has olvidado de Quien Eres En Realidad.
–Soy... –dijo ella relajada, atravesando el delgado velo entre el sueño y la vigilia.
–Eres un Ser Divino viviendo una experiencia humana –respondió el anciano Árbol–. Tu CORAZÓN CONTIENE UNA CHISPA DE LA ENERGÍA QUE CREÓ TODO EN EL UNIVERSO. Por ello, EN TI está el PODER DE CREARLO TODO también.
Pero tú dudas de ello, y cada vez que sufres por tu futuro, muestras que has olvidado que eres la creadora.
Cada vez que lo pasas mal preocupada por cómo lograr algo, sacas tus raíces del corazón de la Madre Tierra y te enraízas a la maraña de miedos. Tus ramas y hojas dejan de beber del corazón del Gran Sol, y te nutres de vientos de opiniones y noticias que hablan de lo difíciles que son las cosas para los humanos.
–¿Pero esas esa opiniones y noticias no son verdad? –preguntó Irati acunada por la corteza cálida y llena de vida del árbol.
–Son una verdad relativa, válida para quienes aceptan creerlo y operan en un nivel de consciencia más bajo. Pero la Verdad más elevada, ley en este Universo, es que TU CREAS TU REALIDAD.
Tú tienes miedo del mundo, Irati, pero lo de fuera solo es un espejo lo que tú crees, de lo que tú sientes, de quien estás siendo en ese momento. Si transformas tu mentalidad, transformarás tu entorno.
No se trata de controlar, ni de endurecerte o TRANSFORMARTE EN UN HOMBRE PARA ENCAJAR EN EL SISTEMA… eso no es poder personal. Tu cuerpo ya te está mostrando este desequilibrio: tu útero está demasiado rígido y no te permite quedarte embarazada.
NO HACE FALTA QUE TE CONVIERTAS EN QUIEN NO ERES, SI NO QUE TE DESPOJES DE TUS MIEDOS PARA ENCARNAR QUIEN REALMENTE ERES.
Recuerda el poder de esa Chispa Divina que hay en ti.
Crea tu vida desde el YO SOY. Vuelve a tu eje, vuelve a tu centro. Vuelve a ti.
Irati abrió los ojos como si despertara por primera vez en años. Las palabras del Árbol aún resonaban en ella como un antiguo recuerdo
de algo que una vez supo con total certeza… antes de olvidar.
Se levantó despacio, sonriendo con serenidad.
Juntó sus manos a la altura de su frente, y saludó a la Chispa Divina que habitaba en ese viejo Árbol, y en todos los demás seres de la creación 🙏🏼💜
Myriam Aram
© Texto Myriam Aram, incluido en el "ABECEDARIO DE LA MUJER QUE SANA".
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(Imagen de Pinterest)
