
Hola amigos, este sábado fue mi 38 cumpleaños.
Hasta hace no mucho veía mis arrugas, mis canas y otros signos de edad con la incomodidad que nos enseña el mundo donde vivimos: mi personalidad quería anclarse en ser flor, pero el cuerpo es reloj que marca el paso del tiempo.
Pero ahora veo que tras la flor, viene el fruto. Cuando veo destellar de plata mi cabello, me doy cuenta de que estoy madurando.
Madurar es la bendición de poder estar vivo aquí y ahora. Madurar al son de las estaciones de la Tierra, sumando veranos e inviernos.
Poder aceptar la transformación interna y externa que nos dan los años de vida, sin intentar echar, dolorosamente, el ancla en la tierra incorpórea de lo que ya fue.
Que tengamos un hermoso madurar todos, danzando el son de nuestras estaciones.
Myriam Aram
P.D= Esta foto es de hace un mes en Saqqara, Egipto, en un momento en que me sentí en absoluta armonía.
Buscando muchos más de esos momentos a lo largo de esta nueva vuelta al sol <3